Los mayores enemigos de una obra de arte
Todos queremos proteger en la mejor manera nuestras obras de arte. Ya sea un dibujo a lápiz o a carboncillo, una pintura a la acuarela, una fotografía o incluso un óleo sobre bastidor, lo más importante es que el motivo dure mucho tiempo y que esté protegido de la manera mejor posible contra las influencias ambientales y que el suporte en papel no se ondule o amarille. Se sabe que los marcos y los paspartús se utilizan para proteger los cuadros. Pero ¿cuáles son exactamente las influencias ambientales que pueden afectar a la imagen? Para proteger una imagen de forma óptima, es importante conocer sus lados débiles. Por lo tanto, hemos preparado una lista de los cinco enemigos mayores de una obra de arte.
1. El sol
Uno de los peores enemigos de cualquier pintura es el sol. Estamos felices cuando llega el verano y nuestras propias cuatro paredes estén iluminadas por el resplandor del sol. Sin embargo, cada dibujo, foto o gráfica sufre cuando el sol brilla directamente sobre ella. Esto también se nota después del tiempo: los colores se desvanecen y la intensidad disminuye. Este desvanecimiento es difícilmente reversible, por lo que hay que prestar especial atención a este enemigo.
La forma más fácil de proteger una imagen es no exponerla a la luz directa. Sin embargo, esta protección no da una seguridad de 100% . Si desea proteger la intensidad de los colores de la imagen de forma óptima, puede proteger el motivo con el vidrio adecuado. Hay vidrios especiales con protección UV o vidrios de museo, que aseguran que el efecto de los rayos del sol no cause ningún cambio en la imagen. Una opción más barata, aconsejada para un uso doméstico, sería el vidrio en acrílico, porque por tiene una cierta protección UV natural.
¡Atención! El vidrio en acrílico no está adecuado para dibujos a carboncillo o pastel y bocetos a lápiz, ya que es antiestático y puede atraer las partículas de pigmentos al vidrio.
2. Temperatura y humedad
Las variaciones de temperatura en el entorno pueden ser perjudiciales para todo tipo de arte. El material puede expandirse o contraerse y la tela sería menos tensa o los listones se tuercen. A medida que la temperatura aumenta, la humedad disminuye. En el peor de los casos, las obras de arte más antiguas pueden tener grietas o aun romperse, que es difícil de reparar.
Si una obra de arte está encerrada en un marco, puede formarse condensación durante fuertes fluctuaciones de temperatura y puede estar en peligro bajo ciertas circunstancias.
La temperatura óptima
La temperatura óptima, que es el estándar en las exposiciones y los museos, está entre 18-20°C. Por supuesto, su casa no es un museo, sin embargo se recomienda mantener la temperatura y la humedad constantes.
3. La acidez
El ácido es veneno puro para una imagen. Por ejemplo, la acidez puede ser presente en una pared trasera del marco. Por lo tanto, no sólo es importante proteger la imagen desde el frente con un paspartú, sino también insertar un cartón protector en el reverso de una obra de arte original.
El efecto del ácido en el cuadro es traicionero, ya que no se puede ver a simple vista. Sin embargo, se puede notar en los libros que se vuelven amarillos después de algún tiempo en la estantería debido a los efectos ácidos del medio ambiente. Esto no debería ocurrir con las obras de arte, por lo que se requiere precaución al enmarcarlas.
El uso de un paspartú puede proteger una imagen de muchas maneras. Cuando se utiliza un paspartú, la superficie del cuadro no se encuentra directamente sobre el cristal de la imagen y tampoco puede pegarse al vidrio. Un paspartú también puede proteger ciertas influencias externas. Funciona como una especie de esponja, que absorbe las influencias nocivas del exterior y. Así los efectos de los ácidos de pueden neutralizar.
4. Humo de cigarrillo
Fumar no es malo sólo para la salud humana, sino también todos tipos de imágenes sufren a la influencia del humo de cigarrillos. La nicotina contenida en el humo del cigarrillo puede atacar los colores incluso a través de un barniz. Los colores adquieren un tono amarillento debido a la influencia de la nicotina, que puede falsear el efecto general de la imagen. Además, el humo cubre la pintura con un velo adicional, que sólo puede eliminarse de la imagen en un proceso complicado con los productos de limpieza altamente diluidos. ¡Aquí también, es mejor prevenir en lugar de reparar! Porque la limpieza profesional de un cuadro puede ser muy costosa.
Un ambiente libre de humo sería ideal, especialmente para los cuadros sobre lienzo. Un óleo sobre el bastidor no tiene la protección del vidrio y, por lo tanto está expuesto directamente a los factores perjudiciales. Con los cuadros que están completamente enmarcados, hay más posibilidades de protección, porque un paspartú, un vidrio y un marco pueden ofrecer una defensa. Para detener los sedimentos de humo de cigarrillo se puede pegar una cinta adhesiva húmeda en la pared trasera del cuadro. También para mantener alejadas las influencias externas se puede tapar las ranuras entre el vidrio y los listones del marco.
5. El polvo
El polvo es también un factor que puede influir en la imagen. En una pintura al óleo que no tiene un vidrio o tiene un marco vacío o un marco flotante, la superficie está expuesta a las influencias externas que pueden dañar un cuadro. Durante la limpieza no se recomienda usar los productos de limpieza comunes. Las imágenes de acuarela pueden quedarse completamente borrosas por el uso de un paño húmedo. Aquí un cristal puede proteger la acuarela.
¡Atención! Las obras de arte originales nunca deben tocarse con los dedos sucios. Las pinturas al óleo no deben enmarcarse detrás de un cristal, porque necesitan la humedad de la temperatura ambiente. La pintura detrás del vidrio empieza a secarse y romperse.
Conclusión
Si tenemos en cuenta los cinco enemigos: la luz del sol, la temperatura y la humedad, el ácido, el humo del cigarrillo y el polvo podemos proteger nuestra obra de arte de mejor manera y minimizar el proceso de envejecimiento del cuadro. La precaución es mejor que la indulgencia, porque las sustancias nocivas en el aire son apenas visibles al principio, pero con el tiempo pueden hacer mucho daño a una imagen.
Al momento de enmarcar, también recomendamos que todo se monte de tal manera que los componentes se pueden desmontar fácilmente si necesario. De esta manera es posible cambiar por ejemplo el paspartú y desmontar todo sin problemas.